espiritualidad y amor - An Overview
La atemporalidad significa que en una relación de pareja estable y feliz, no importa el pasado ni inquieta el futuro. Las personas capaces de construir un amor verdadero no se sienten cautivas de sus errores del pasado, ni aún menos de sus relaciones del ayer. Se limitan a apreciar el presente con intensidad, sabiduría y valentía.
«El Beso» de Gustav Klimt: Esta famosa pintura simboliza la pasión y el romance. La fusión de los amantes en colores dorados y patrones entrelazados representa una unión casi espiritual, capturando la esencia del amor verdadero en su forma más fileísica y emocional.
Generosidad: El amor verdadero es generoso, dando sin esperar nada a cambio. Esta generosidad puede manifestarse en muchos aspectos, desde compartir tiempo hasta regalos materiales.
Desde pequeños vamos integrando e interiorizando estos patrones y llegamos a la edad adulta con un concepto erróneo del amor.
La pasión puede ser inmensa, pero a veces fallan toda una serie de elementos donde el amor lejos de ser perdurable se queda en poco más que una aventura efímera.
Admirar a la pareja por sus cualidades, logros y fortalezas es esencial en una click here relación amorosa. La admiración mutua fomenta el crecimiento individual y refuerza el vínculo entre ambos.
Expertos en el tema, como Richard Schwartz, profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard, nos indican en primer lugar que es cuestión de saber abordar los retos que aparecen en cada momento durante una relación
Para comprender su opinión, el experto en terapia de pareja nos explica cuál es según él el significado del amor verdadero y nos advierte de que es importante alejarse de la concept de buscar la satisfacción individual en el otro.
La resolución de este punto está muy ligada al primero; es decir, necesitamos trabajarnos y cuidarnos a nosotros mismos para no caer en la “necesidad”
Es encontrar a alguien que te hace crecer, que te reta y te motiva a ser una mejor versión de ti mismo.
Independencia: El amor verdadero permite a cada individuo tener su propio espacio y crecer como persona. Esta independencia equilibra la intimidad y la individualidad en la relación.
Aquí reside la famosa creencia de que el amor verdadero perdona porque respeta las diferencias, persevera en la relación mediante reconciliaciones porque sabe que ambos quieren resolver los problemas y ultrapasar el dolor inicial.
Esta retrospectiva nos permitirá apreciar la diversidad y la universalidad de este sentimiento a través de los siglos.
El amor verdadero trata de dos seres completos que se unen para compartir su abundancia. Nunca versará sobre dos personas dañadas y carentes que se aferran al otro para evadirse de su propio dolor.